Proyecto de Investigación del Centro del Desierto de Atacama UC buscará desarrollar agricultura en el desierto más árido del mundo
A inicios del mes de enero se dieron a conocer los proyectos EXPLORACIÓN financiados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que tuvo entre sus adjudicados la investigación “Establishing the basis for the use of fog water as the main source for agricultural production across the atacama desert”, liderada por el equipo del Centro del Desierto de Atacama UC.
Este proyecto, como dice su nombre, generará las bases para desarrollar agricultura en el desierto costero, siendo liderado por el profesor Francisco Albornoz, académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, y nuestro profesor de Geografía UC, Camilo del Río como Director alterno. Incluye también como investigadores a Virginia Carter y Pablo Osses, de Geografía UC, Rodrigo Escobar, de la Facultad de Ingeniería UC y finalmente a Felipe Lobos y Constanza Vargas.
Todos los participantes, tantos académicos responsables como investigadores, son miembros del Centro del Desierto de Atacama, y sus contribuciones son un claro ejemplo de la interdisciplina al interior de la Universidad, ya que reúne a Geografía, Agronomía e Ingeniería.
Una de las características que tiene el proyecto EXPLORACIÓN, concurso de FONDECYT de la ANID, que realizó el primer llamado el año pasado, es que financia investigaciones que sean novedosas y tengan potencial transformador, entre otros requisitos. Estos conceptos se aplican al proyecto, porque estará abastecido en un 100% con aguan de niebla y utilizará energía solar para todos los sistemas de riego, bombeo y climatización.
El director del CDA, profesor Camilo del Río, detalló que las características del llamado a concurso impulsaron al equipo a postular:” La idea de este proyecto la veníamos madurando hace tiempo. Habíamos participado en algunos llamados y nos había ido mal y probablemente por eso mismo, porque los otros carecían de esa idea de lo innovador y disruptivo. Entonces, esto para los otros fondos sonaba demasiado exploratorio, y aquí justamente es eso lo que se buscaba”.
Es que atreverse a cultivar en un territorio con estas características no es nada fácil: "creemos que el desarrollar agricultura en el desierto más árido del mundo, posicionaría a la región y a Chile como un laboratorio que permita identificar estrategias y desarrollar cultivos adaptados a la sequía, ofreciendo alternativas al cambio climático que está generando reducción en las precipitaciones a lo largo de todo el país", manifestó el director del proyecto, profesor Francisco Albornoz.
Etapas del proyecto
El proyecto tiene una duración de 3 años y abarca las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama. Tiene como objetivo principal cultivar en el desierto a través de invernaderos, regar con agua de niebla y utilizar energía solar: “Nuestro plan es visitar durante enero los sitios donde podríamos instalar los invernaderos, y con eso esperamos en marzo empezar a planificar la instalación de estos invernaderos, y en abril tenerlos instalados”, explicó Camilo del Río.
El director alterno precisó los 5 objetivos de este proyecto, dividiéndolos en tres etapas: niebla, productividad agrícola y gobernanza.
- Caracterización de los volúmenes de agua de niebla colectables de la red que hemos estado instalando desde hace un tiempo. Tenemos al menos 10 estaciones y queremos instalar unas dos o tres más en ciertas zonas.
- Analizar la calidad el agua de niebla: qué minerales tiene, que nutrientes y cómo varían estos nutrientes en el tiempo y en el espacio. Se van a tomar muestras de esta agua de niebla y caracterizarlas para saber qué tan efectiva es para los vegetales y especies que queremos cultivar.
- Modelar, a partir de los datos del primer objetivo, junto con imágenes satelitales y con datos atmosféricos. Así, generamos un modelo donde espacializamos el potencial de agua colectable. Entonces, para cada territorio de este desierto costero vamos a estimar el agua que se necesita.
- Instalación de dos invernaderos, entre 20 y 30m2. Uno de ellos se instala en la estación Alto Patache y el otro en “Falda verde”, cerca del Parque Nacional Pan de Azúcar. En esos invernaderos vamos a testear qué especies queremos cultivar. Hay una propuesta en torno a lechugas, frutillas y tomates. El experto, que es Francisco, va a ir viendo en función de la calidad, cuáles se dan mejor en estos ambientes. Al mismo tiempo estos invernaderos hay que climatizarlos y ahí entra la energía solar.
- Gobernanza. Acá participa la profesora Virginia Carter. Verá el uso del suelo, la gestión de los recursos hídricos y propiedad de la tierra. Dar toda la viabilidad administrativa o de gobernanza para que el día de mañana se facilite el aprovechamiento o la generación de producción agrícola en el desierto.
Dado a que las condiciones ambientales en el desierto no son propicias para el cultivo, se estará monitoreando la temperatura de los invernaderos, la climatización y la cantidad de energía necesaria para enfriar en verano y calentar en invierno. Lo mismo se aplica a la cantidad de irrigación que se necesita por m2 en las distintas especies que se va a sembrar. “Y al mismo tiempo al lado de estos dos sitios, en el suelo del desierto en 10m2, vamos a ver la posibilidad de producir trigo. Ahí nuevamente Francisco es el experto, hay un trigo adaptado a las condiciones del desierto, es decir poca materia orgánica”, agregó el profesor.
Vinculación con el medio
Uno de los ítems que quiere potenciar nuestra Universidad en todas sus unidades es la vinculación con el medio, que en este caso se traduce como la transferencia de conocimiento y la colaboración para y con la comunidad. Es por esto que el proyecto a punta a las comunidades vecinas: “Estamos investigando y pensando que el día de mañana las comunidades locales se hagan cargo y puedan generar sus propias producciones agrícolas y no necesiten nada”, subrayó el profesor.
“La idea es que sean autónomos el día de mañana. Y por eso incorporamos el tema de la gobernanza, porque justamente es el conducto normativo regular de cómo podemos nosotros transmitirles a las comunidades, gobiernos locales y eventualmente a empresas privadas que, esperamos, los volúmenes de agua y la cantidad de energía, vayan a dar de sobra para dar grandes producciones agrícolas”, añadió.
Primer proyecto como director del CDA
En noviembre del año 2022 el profesor Camilo del Río asumió como nuevo director del Centro del Desierto de Atacama (CDA-UC), en reemplazo del profesor Juan Luis García. Este Centro tiene como misión realizar investigación en ciencia y tecnología para el conocimiento y desarrollo integral de las zonas áridas y semiáridas del norte del país.
Este proyecto EXPLORACIÓN llega a inaugurar su nuevo cargo de manera contundente, pero de todas formas el profesor aclara que la investigación viene madurando hace un tiempo: “Me toca justo en mi dirección haber recibido la adjudicación, pero más que una buena noticia para mí es una excelente noticia para el CDA”.
“Quiero destacar que es un proyecto interdisciplinario casi de manual, donde el conocimiento que se desarrolla en geografía sin el conocimiento de agronomía, no sería posible, sin el tema de eficiencia y de energía de ingeniería nos sería posible, sin el aporte de la química de Constanza Vargas, tampoco sería posible. Hay una sinergia de la gran mayoría de las disciplinas que son parte del CDA”, concluyó.
Investigación periodística: Instituto de Geografía y Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal