Chile: Muchos Santuarios de la Naturaleza, pocos Parques Nacionales.
Un estudio encargado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) al académico Patricio Pliscoff actualizó la base de datos de áreas protegidas del país, analizando su representatividad y riesgo climático. El autor critica la explosión de las designaciones de Santuarios de la Naturaleza a partir del año 2000, en desmedro de otras categorías de protección.
Un estudio encargado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) al académico Patricio Pliscoff actualizó la base de datos de áreas protegidas del país, analizando su representatividad y riesgo climático. El autor critica la explosión de las designaciones de Santuarios de la Naturaleza a partir del año 2000, en desmedro de otras categorías de protección.
Chile cuenta con importante información actualizada respecto a sus áreas silvestres protegidas. Esto gracias a los hallazgos que arrojó el informe “Actualización de las áreas protegidas de Chile: análisis de representatividad y riesgo climático”, realizado por el profesor asociado del Instituto de Geografia y Departamento de Ecologia UC, Patricio Pliscoff, por encargo del Centro de Estudios Públicos (CEP).
En concreto, la investigación tuvo como principales objetivos: actualizar la base de datos de áreas protegidas en ambos niveles; determinar qué nivel de representatividad de ecosistemas terrestres del país cuentan con algún grado de protección pública y/o privada; y, por último, hacer un análisis de riesgo de los ecosistemas terrestres en el contexto de crisis climática.
Una de las principales conclusiones de la actualización del catastro desarrollada por Pliscoff –doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Lausanne, Suiza– es que un 21,78% del territorio nacional pertenece a las áreas protegidas por el Estado de Chile (considerando el sistema SNASPE + Santuarios de la Naturaleza). Este porcentaje aumenta a un 23,42% si se suma la proporción de superficie total del país protegida por áreas de conservación privada (1,64%).
Si bien Pliscoff asegura que la proporción de áreas protegidas respecto de la superficie del país cumple con el estándar internacional utilizado por la Convención de Diversidad Biológica, el cual establece una meta -llamada Aichi- de protección de al menos un 17%, hay varios problemas que resolver. “Primero, el 80 por ciento de las áreas protegidas del país están concentradas en Aysén y Magallanes, o sea, en la Patagonia. Necesitamos una mayor distribución en las áreas a proteger. Y lo otro que notamos, es que, a partir del año 2000, las designaciones de Santuarios de la Naturaleza (SN) aumentaron notablemente: en el primer catastro eran 40 y ahora son 92, o sea, el doble” explicó Pliscoff al medio País Circular.
El académico de la Universidad Católica criticó que: “El trámite de un Santuario de la Naturaleza es más expedito porque no pasa por CONAF. Es relativamente simple ya que va de la mano con las leyes de humedales y de humedales urbanos que han sido impulsados desde el Ministerio del Medio Ambiente. Realmente se ha convertido en un vicio, sobre todo en la zona central, y además porque muchos Santuarios están gestionados por privados. Para el análisis eso nos genera un problema. Los SN son una definición legal, pero no hay ningún tipo de paso siguiente para asegurar una protección efectiva, es solo sacarse un peso de encima”.
Respecto a las áreas de protección bajo tutela privada, Pliscoff plantea que el estudio realiza un aporte sustantivo novedoso, ya que permitió determinar con mayor exactitud las áreas privadas de protección real y efectiva, ya que el anterior catastro, a diferencia del actual, contemplaba áreas de las empresas forestales o zonas indígenas que no entraban en el rango de protección establecido por el MMA.
Representatividad de los ecosistemas: una tarea pendiente
En relación a la representatividad de los 125 ecosistemas (o pisos de vegetación) de Chile en el sistema nacional de áreas protegidas del país, el estudio determinó que, sumando la protección pública y privada, 41 de los 125 ecosistemas superan la meta Aichi de proteger un 17%. Sin embargo, 8 de los 125 ecosistemas identificados no tienen protección de ninguna índole.
Una de las problemáticas identificadas es que de esos 41 ecosistemas que cumplen actualmente el rango internacional, quedarán prontamente obsoletos. Según informó Pliscoff, la Convención de Diversidad Biológica será más exigente con el estándar de protección adecuada para cada ecosistema, pasando del 17% al 30% de acuerdo a la agenda post 2020 del organismo.
Es necesario proteger ecosistemas con mayor riesgo climático
Respecto al análisis de riesgo climático. El estudio determinó que en Chile las zonas de “muy alto” riesgo son los ecosistemas del altiplano y los andinos del centro-sur. En tanto, la zona entre el Maule y la Araucanía concentra el mayor número de ecosistemas en “muy alto” riesgo.
El otro cuerpo de análisis, a partir de modelos correlativos, muestra que los mayores cambios en los ecosistemas del país serán en los extremos del país (matorrales bajos, estepas y pastizales, bosques caducifolios y turberas), y que los ecosistemas andinos de la zona norte reducirán su área adecuada en el futuro.
A su vez, los ecosistemas desérticos se expanden hacia el sur, mientras que los ecosistemas de bosque esclerófilo y espinoso tienden a marchar hacia zonas costeras y precordilleranas. Los ecosistemas boscosos de la Patagonia, igualmente, disminuyen su área adecuada según las proyecciones.
Ante este escenario, el informe sugiere que para mejorar los estándares de protección es necesario considerar que hay una deuda en la red de protección del Estado para con las zonas que podrían mantenerse como refugios de los ecosistemas actuales, como la zona costera e interior del norte y centro norte.
A su vez, el informe aboga por una expansión de las áreas protegidas públicas y privadas en los 84 ecosistemas bajo el 17% de la meta Aichi. “Es prioritario avanzar en la protección de 9 ecosistemas que presentan un nivel “muy bajo” de protección (bajo el 1%) y que actualmente están clasificados como “en peligro crítico” de colapso y con riesgo climático calificado como “alto” y “muy alto”, puntualiza Pliscoff.
La información del estudio quedó plasmada en la plataforma web conservacioncep.cl.
Fuente periodística: El Desconcierto